
Cerro Matoso ha desarrollado en los últimos cinco años semilleros en áreas clave para la industria y la economía local, como el Semillero de Camión Minero, Asistente Administrativo, Seguridad y Salud en el Trabajo, Operación de Maquinaria Amarilla, Operación de Doble Troque, Operación Camiones Escania, Mantenimiento Eléctrico y Mecánica de Motores Diésel.- Más de 180 personas se han capacitado en habilidades técnicas especializadas, abriendo nuevas posibilidades de empleo en sectores estratégicos del mundo laboral.
- Uno de los programas más recientes es el Semillero de Soldadores, iniciativa desarrollada en alianza con el SENA, en el que participan 34 aprendices.
- Uno de los aspectos clave del programa es su apuesta por la inclusión, la equidad y la diversidad, desafiando la percepción de que la soldadura es un oficio exclusivamente masculino y abriendo las puertas a más mujeres para que demuestren su talento en esta labor.
Montelíbano, Córdoba. 2 de abril de 2025. Desde 2020, Cerro Matoso ha impulsado una estrategia de formación enfocada en fortalecer las capacidades de las comunidades vecinas a su operación a través de diversos semilleros de capacitación técnica. Estos procesos han sido clave para los participantes al adquirir conocimiento y experiencia necesaria para acceder a oportunidades laborales en el sector minero en la región.
«Impulsar el talento local es fundamental para promover el desarrollo. En Cerro Matoso estamos convencidos de que apostar por la educación y la formación técnica impulsa el futuro del sector, promueve el progreso integral de la región y fortalece las capacidades de la población para enfrentar los desafíos del mercado laboral, mejorando su calidad de vida», asegura Joyce Nessin, gerente de Asuntos Externos de Cerro Matoso.
Uno de los programas más recientes es el Semillero de Soldadores, una iniciativa desarrollada en alianza con el SENA, que va más allá de la formación técnica, pues se enfoca en el crecimiento integral de los 34 aprendices. Desde el primer día, los estudiantes han participado en sesiones que refuerzan sus habilidades técnicas y prácticas específicas de la labor de soldadura, mientras se forman además en aspectos fundamentales como seguridad y liderazgo.
Como parte de esta alianza entre Cerro Matoso y el SENA, y con el fin de ver aplicados los conocimientos adquiridos en las clases, los aprendices tienen la oportunidad de visitar la operación, donde pueden conocer de primera mano los procesos industriales y vivir una experiencia inmersiva en un entorno de alto nivel.
Uno de los aspectos clave del programa es su apuesta por la inclusión, la equidad y la diversidad, desafiando la percepción de que la soldadura es un oficio exclusivamente masculino y abriendo las puertas a más mujeres para que demuestren su talento en esta labor. En Cerro Matoso, lo que realmente importa es la disciplina, la pasión y el compromiso con la excelencia.
“Este proceso ha sido maravilloso, no solo para mí, sino para mi comunidad, porque nos ha permitido romper estereotipos. Al inicio llegué con nervios, sin saber qué esperar, pero hoy cuento con nuevos conocimientos y manejo herramientas que nos ayudarán a seguir adelante en estos espacios de formación, en los que además hemos demostrado que las mujeres somos capaces de desempeñarnos en la soldadura, un oficio que históricamente ha sido realizado por hombres. Gracias a Cerro Matoso y al SENA, estamos aprendiendo más sobre esta profesión y abriendo nuevas oportunidades para nuestro futuro”, afirma María José Díaz Arroyo, de la comunidad de Torno Rojo.
Junto a esta iniciativa, Cerro Matoso también ha desarrollado en los últimos cinco años otros semilleros en áreas clave para la industria y la economía local, entre los que se destacan programas como el Semillero de Camión Minero, Asistente Administrativo, Seguridad y Salud en el Trabajo, Operación de Maquinaria Amarilla, Operación de Doble Troque, Operación Camiones Escania, Mantenimiento Eléctrico y Mecánica de Motores Diésel. Estos semilleros han permitido que más de 180 personas se capaciten en habilidades técnicas especializadas, abriendo nuevas posibilidades de empleo en sectores estratégicos del mundo laboral.
«El primer semillero que desarrollamos fue el de Operación de Camiones Mineros, donde 25 mujeres provenientes de comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas fueron capacitadas para operar maquinaria de gran envergadura, rompiendo barreras y ampliando su horizonte profesional en un sector históricamente masculinizado. Varias de ellas hacen parte de Cerro Matoso y otras están trabajando en otras empresas de la región, lo que demuestra los frutos de estos esfuerzos y especialmente de su compromiso y capacidades», afirmó la gerente de Asuntos Externos.
Los semilleros de Cerro Matoso no solo invierten en talento, sino también en el futuro de la región, ofreciendo formación de calidad que abre oportunidades a sus participantes, mientras se impulsa el desarrollo del talento local y se generan oportunidades reales para la región.
